29 de abril de 2013

El desgaste en la oclusión temporal


La dentición temporal tiene como una de sus principales funciones, la de preparar el sistema estomatognático para mejorar la  funcion durante la dentición mixta y permanente. Durante este período se establecen pautas importantes, las funciones posteriores del sistema, por lo tanto las alteraciones que se produzcan indudablemente influirán de forma decisiva en la  masticación en etapas posteriores de la vida
Aproximadamente a los 3 años de edad la primera dentición debe estar completa y se conserva "inalterable" unos 4 años. En esta etapa la dentición de leche, sana y eficaz, muestra claros indicios de atrición (desgaste entre los dientes de lmaxilar y mandíbula), pudiendo llegar hasta el extremo de perderse la mitad de la altura de la corona dentaria.
La duración de esta dentición es sólo de 5 a 10 años, siendo durante este periodo donde hay importantes modificaciones en la dentición infantil, considerándose la atrición una de las características más notables.
En los maxilares activos la atrición es normalmente intensa. Los bordes dentales se desgastan de modo que los dientes tienden a cerrar borde a borde. El desgaste de las muelas permite una libertad continua de movimiento para las rectificaciones del crecimiento de los maxilares.
La dieta es primordial para el buen establecimiento de la función. La lactancia materna en los primeros meses de vida favorece el ritmo funcional del complejo bucal, comprendiéndose fácilmente que las ganas de masticar sean despertadas y fomentadas por la alimentación del pecho de la madre, sobre todo si se tiene en cuenta la diferencia entre la alimentación por biberón y por el pecho.
Esta dieta debe ser modificada, los niños muy pequeños necesitan incorporar gradualmente alimentos suaves, semilíquidos y a medida que avanza en edad y van brotando sus dientes se debe ir variando la alimentación, semisólida, luego hacia alimentos más duros y finalmente ir dirigiéndolos hacia la comida familiar adecuada. Una dieta líquida o blanda que exija poco o ninguna masticación proporcionaría escasa ocasión para la función lateral (masticación del bolo alimenticio), por lo tanto, el niño no puede desarrollar bien la función dentaria sin la variación adecuada de la dieta.
Las relaciones incisivas y de caninos (posición final) que se establecen en la dentición temporal son patrones oclusales decisivos para el desarrollo de la oclusión adulta..

En el desarrollo natural de la oclusión actúan una variedad de factores, pero la disminución en el tamaño en las coronas de los dientes, dado por el proceso de atrición (desgaste) influye de manera decisiva.

La oclusión anatómicamente correcta sólo puede desarrollarse cuando hay suficiente atrición de los dientes para que se establezca entre ellos relaciones oclusales  correctas, es decir, el desgaste de los dientes durante el crecimiento marcará la pauta que define en la edad adulta cómo morderá el indivíduo.



R.C Ortod 1997;12(1):6-16

28 de febrero de 2013

Beneficios de la lactancia materna

El logro de una salud bucal satisfactoria en la infancia representa una gran ventaja psicosocial y económica para la familia.

Tenemos que pensar en la parte beneficiosa de visitarse por el odontólogo para un mayor control bucodental y de higiene oral de nuestros hijos!

La lactancia materna ayuda en gran parte a mejorar el estado de salud bucal de los más pequeños en casa,  disminuye la infección por Streptococos mutans y otros microorganismos, lo que contribuye a la disminución del índice de caries dentales.

Además, incrementa la resistencia del esmalte y demás tejidos duros del diente, por la mejor absorción de calcio y flúor, gracias a las características de las grasas en la leche materna.

Aumenta la secreción salival, manteniéndose un PH adecuado en la cavidad bucal, lo que también contribuye a disminuir la incidencia a caries.

Al lactar de forma exclusiva y no usar el biberón, aún después de los 4 ó 6 meses, están ausentes las caries de biberón propiciadas por la leche azucarada y otros alimentos endulzados ingeridos por esa vía.

La estabilidad psicológica del niño proporcionada por la lactancia natural contribuye a disminuir la prevalencia de hábitos bucales incorrectos que provocan serias maloclusiones que afectan la estética y función bucofacial.

Los elementos inmunológicos adquiridos durante la lactancia evitan estados alérgicos e infecciones respiratorias que generalmente provocan respiración bucal y anomalías dentofaciales.Aparece una adecuada posición y función lingual (natural), facilitando el equilibrio dentario.

La función muscular durante la lactancia favorece el mejor desarrollo de los maxilares y facilita la erupción y alineación de los dientes.

El incremento del movimiento mandibular durante la lactancia con la función incrementada de músculos propulsores y de cierre, evita retrognatismos mandibulares, obteniéndose mejor relación entre el maxilar y la mandíbula
Rev.C.O 1997;13(1):53-54

                                                                                         (*)





14 de febrero de 2013

Dientes sanos: Cepíllate los dientes

Hacia los dos años, cuando el niño ya tiene la mayoría de las piezas dentales, es bueno que aprenda a usar el cepillo de dientes. A los tres años ya empezará a dominar la técnica y podrá empezar a cepillarse él solito.
Es muy importante que nuestros hijos adquieran buenos hábitos en la higiene dental desde pequeños y, para empezar, los niños deben aprender a cepillarse los dientes. Aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán adquiriendo independencia.

Consejos para que el niño aprenda

  • Para despertar su interés, cómprale un cepillo infantil de cerdas suaves que lleve algún muñeco.
  • Límpiate los dientes con él para que vea cómo hay que hacerlo. Enséñale a seguir siempre el mismo orden, sin olvidar la parte externa, la interna y la horizontal.
  • Si se cansa antes de haber repasado todas las piezas, puedes proponerle un pacto: tú le lees un cuento mientras él se cepilla, pero él no puede terminar hasta que tú no acabes de leer la historia.
  • Conviene que se cepille los dientes siempre en presencia de un adulto. Si no tenéis tiempo para vigilarle bien es preferible un solo cepillado exhaustivo por la noche que dos o tres al día mal hechos.
  • Acostumbra al niño a no comer nada después de cepillarse.

Enséñale paso a paso

  • Para empezar, se lo pueden tomar como un juego frente al espejo: consiste en sacar la lengua, abrir mucho la boca y usar el cepillo dentro de ella.
  • A los niños les encanta hacer cosas de mayores, así que les podemos recordar que lavarse los dientes es una tarea de mayores, con artilugios de mayores, y él, que ya es mayor, puede empezar a usarlos.
  • Hay que dejarles que lo intenten, incluso con algo de pasta con flúor, aunque papá y mamá les ayuden.
  • Debemos explicarles cómo deben hacerlo bien. Con mucha paciencia les contaremos que el cepillo debe ir de arriba abajo y que también deben cepillarse la lengua. Aunque al principio no sigan las instrucciones al pie de la letra, poco a poco irán aprendiendo a hacerlo.